DENUNCIA PÚBLICA. MUNICIPIO DE AIPE, HUILA

miércoles, 21 de abril de 2010



Aipe, 26 de marzo de 2010

Las comunidades de la vereda la Rita, municipio de Aipe-Huila, denuncian, ante los organismos nacionales e internacionales, al Estado Colombiano por los horrendos homicidios ocurridos el pasado 23 de marzo.

El día mencionado, la comunidad se encontraba en la acostumbrada reunión de Junta de Acción Comunal, la cual hacen cada mes, proyectando como tratar de salir del abandono en el que han estado sometidos por el Estado colombiano durante décadas enteras.

A las 12:20 pm por la calle principal que de Neiva conduce a Planadas, de manera sorpresiva apareció una camioneta marca Dimax identificada con la placa GZI-131 de Bogotá, color gris plateado y sin mediar abrieron fuego indiscriminado contra la comunidad.

En el marco de esta situación, mueren, instantáneamente, dos civiles: el señor Jorge Soto, un destacado trabajador y humilde campesino, y Didier Alexander Giménez, de 9 años de edad y estudiante de cuarto grado de básica primaria. El señor Jorge estaba sentado en la parte trasera de un campero Wills, el cual recibió, al igual que él, varios impactos de arma larga. El niño Didier Alexander estaba a unos veinte metros del lugar de la reunión jugando y cogiendo unas guayabas junto con José Guillermo Valencia Perdomo, de 11 años de edad, quien también fue herido en un pie por un tiro de fusil.

Una vez acontecieron estos crímenes, la comunidad en un acto de valor identifica a los actores, los cuales eran pertenecientes al GAULA del Ejército de Colombia, ya que portaban chalecos, armas cortas y largas propias de la institución.

La comunidad enardecida acude al sitio de los hechos y al exigir explicación por los crímenes, fueron encañonados y sometidos con advertencias tales como: “quietos hijueputas o les damos”. “Guerrilleros hijueputas, un paso más y se mueren”. Preocupados por este cruel e infame crimen, un padre de familia Jorge Emilio Ramírez al tomar fotos fue catalogado como guerrillero muchas veces además de intentar los del GAULA quitarle la cámara. Este mismo padre de familia pide preocupado que se movilice al niño herido de inmediato a recibir atención médica, en este caso a Planadas o Neiva. Ante esta humana y justa solicitud los asesinos dicen: que bien lo hacen cuando llegue el helicóptero; que a su vez llego hasta las 2 pm. En el helicóptero llegaron altos mandos militares, entre ellos un mayor del ejército. Ellos recibieron el reclamo de la comunidad por estos homicidios. La comunidad exigió la presencia de la defensoría o procuraduría. El mando militar se comprometió a traer estos funcionarios y no cumplió.

Alrededor de las 5:00 pm. vuelve el helicóptero con funcionarios forenses, de la fiscalía, el CTI y algunos mandos militares. Sin embargo, no hubo presencia de la defensoría del pueblo o procuraduría. Estos hechos producen airadas voces de protesta e indignación en las comunidades. Los médicos forenses los engañan asegurándoles que iniciarían el proceso de investigación, pero que además debería continuar la fiscalía y que por favor les colaboraran. La comunidad reitero su desacuerdo. Ellos respondieron que aceptaban solo al presidente de la Junta de Acción Comunal, quien aceptó asistir acompañado de 5 o más habitantes de la comunidad, siendo solicitados los datos personales de cada uno.

El padre de Jorge Soto reclamo airado, tanto al GAULA como al presidente de la Junta de Acción Comunal, que a su hijo muerto le estaban acomodando un bolso de color negro y que no era propiedad de su hijo; que dicho bolso fue retirado por un integrante del GAULA de forma burlona y maliciosa, cínico acto presenciado por las comunidades allí presentes. Es de aclarar que minutos antes de los asesinatos, hicieron presencia dos señores, desconocidos para la comunidad. No se sabe si eran cogedores de café o andariegos, o si eran guerrilleros, paramilitares o miembros de la fuerza pública.

A las 5:20 pm, a unos cien metros de donde ocurrieron los hechos, en un cafetal se escucharon más disparos de fusil. Luego, el fiscal solicitó al presidente de la Junta de Acción Comunal que fuera a identificar, donde fueron los disparos, a una persona sin vida. De nuevo el presidente manifiesta que no iría solo, que si lo acompañaban él iba. En efecto, cuando estos se dispusieron a salir, en ese momento el fiscal pregunto si el muerto tenía familiares en la comunidad. Esta solicitud no tuvo respuesta por los presentes, pues nadie sabía de qué muerto hablaba el fiscal. Entonces el fiscal no procedió al lugar para el levantamiento y lo declaro NN. Las comunidades quedamos aun más estupefactas, no solo por lo que inhumanamente determino este fiscal, sino también porque la persona se encontraba herida y el ejército lo remato, sin importarles una vez más el respeto por los derechos humanos. Así haya sido un guerrillero, que no sabemos si era o no. Con estos homicidios nos queda claro la grandeza de las FFMM de Colombia. Es de suma importancia resaltar que la comunidad en general rechaza contundentemente esta criminalidad del Estado contra nuestro pueblo. No obstante, y de la misma manera, desmiente el absurdo y abominable montaje de información cínica, mentirosa y acomodada por parte del ejército, el GAULA y de todos los demás acompañantes y medios de comunicación que tergiversaron la verdad ante el pueblo.

Invitamos a todas las comunidades de los municipios de Aipe, Planadas, Ataco, demás municipios de los departamentos del Tolima y Huila, a Colombia en general y al mundo a solidarizarse denunciando estos actos criminales y a unir las banderas contra las políticas de guerra que jamás se las ha inventado el pueblo colombiano.
 

ASTRACATOL

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