En el marco de la
persecución contra la Unión Patriótica, en el municipio de Chaparral-Tolima uno
de los coordinadores de la Campaña de Nelson Moreno, candidato a la Cámara de
Representantes por el departamento, fue víctima de un atentado con arma de fuego
y, a pocos días, uno de los coordinadores recibió llamadas amenazantes. A la
par de esto, se ha desarrollado una campaña de estigmatización en la que han
aparecido grafitis relacionando la campaña a la cámara con el frente 21 de las
FARC-EP.
Si bien el domingo pasado, 23 de febrero, la
caravana en la que se desplazaba Aída Avella y Carlos Lozano, candidatos a la
presidencia y al senado respectivamente por la Unión Patriótica, fue hostigada
con varios disparos por parte de desconocidos; este hecho no ha sido el único: El
21 de febrero los habitantes de Betania, cerca al corregimiento del Limón de Chaparral,
se percataron de unos grafitis en los que se vincula la campaña de Nelson
Moreno, candidato a la Cámara de Representantes por la UP, con el frente 21 de
las FARC-EP.
Ese mismo día en las horas de la noche, Isidro Olaya se dirigía a su casa, en la Vereda Pataló, Corregimiento de Calarma de Chaparral, después de convocarle y organizarle una reunión al candidato Nelson Hernando Moreno, fue víctima de un atentado con arma de fuego, donde fue impactado en su humanidad en 4 ocasiones.
Posteriormente, el sábado 22 de febrero, Raúl
Ever Salazar quien había acompañado a Isidro Olaya en la convocatoria de la reunión
con el candidato por la UP Nelson Moreno, recibió dos llamadas amenazantes por
parte de desconocidos. Según Juan Acero, coordinador departamental de la
campaña del profe Nelson, las llamadas que recibió Raúl decían que se quedara
callado acerca de lo ocurrido con su compañero.
La persecución no sólo es contra la UP
Curiosamente, estos campesinos
victimas de lo ocurrido este fin de semana, no solo son promotores de la UP, también
son integrantes de la Junta de Acción Comunal de la Vereda Pataló y del
Corregimiento de Calarma, son líderes campesinos de Chaparral-Tolima, y uno de
ellos hace parte de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Tolima,
ASTRACATOL.
Desde hace varios años, ellos han
levantado las reivindicaciones de sus comunidades y han acompañado las
movilizaciones campesinas; incluso en el
último paro se hicieron participes en las distintas actividades que se
programaron. En el marco de esto vale la pena señalar que Isidro Olaya recibió
una llamada intimidante para que dejara de apoyar el paro, tal y como lo señaló
su esposa recientemente.
Con estos elementos queda claro
que la persecución no sólo es contra la UP, sino es contra el movimiento
campesino y en general contra el movimiento social y popular. Además porque
estos hechos no son aislados ni son por el azar, por el contrario hacen parte
de una campaña que pretende ponerle punto final a la insatisfacción de los
sectores que se han movilizado y que hoy por hoy son víctimas de la crisis económica
que vive Colombia.
Escrito por Asociación de Trabajadores Campesinos del Tolima,
ASTRACATOL, y la Agencia Estudiantil de Prensa, AEP.